martes, 30 de septiembre de 2008

Thaïs.


Sólo una vez me quede sin palabras.
Cuando un hombre me pregunto:

¿Quién eres?

Khalil Gibran.


Excentricidades, egolatría, exhibicionismo.

Haciendo prosa.

Los retratos me observan y
de lejos sus miradas me asfixian.
Los libros me drogan y
provocan en mi una locura por sobredosis.

La melancolía es la memoria en las
estrellas, el sabor electroacústico,
sonidos que tapan mis oídos.

La libertad del destino acosa a los relojes,
consumen azúcar para la sabiduría no
para la filosofía.

Una canción lírica, un error de tecla,
una escritura confusa, hacen una prosa.